"Anecdoticas"


Sí, lo has leído bien, sin tilde.


Porque aquí todo acaba en “ico” o “ica”. Si no lo sabes, es que estás tardando en visitar esta tierra y que “se te pegue” este final tan de aquí para todo.

Pues eso (toma nota del “pues”, que también lo oirás mucho), que tras tantos años dedicados a la hostelería, en una ciudad con unas fiestas tan famosas como los San Fermines, y con un establecimiento tan de toda la vida del Casco Antiguo, tenemos mil batallitas que contar. Y aquí os dejamos unas cuantas, por si os queréis entretener un rato.

“Lo primero que hicimos en el establecimiento, antes de reformarlo, fue poner al hijo a vender helados. Y ahora es quien está al frente del negocio”

“A los pocos meses de abrir, tuvimos una oferta para vender el bar por el doble de lo que habíamos pagado. Endeudados hasta las orejas como estábamos en ese momento por la compra y la reforma, la oferta era tentadora. Pero la rechazamos. Habíamos venido a trabajar”

“Cuando llegaban los primeros Sanfermines estábamos temblando. El bar se había reformado entero y la decoración, de cristal y espejos, dejaba alucinado a todo el mundo, pero nosotros temíamos lo que pudiera pasar durante las fiestas”

“Hubo un año en el que Osasuna logró mantenerse y no bajar a segunda B. Se armó tal fiesta para celebrarlo que empezaron a agotarse las bebidas y tuvimos que ir innovando los combinados sobre la marcha. Por suerte, ya no nos ha vuelto a pasar (ni quedarnos sin bebida, ni que Osasuna tenga que celebrar que no baja a Segunda B)”

“El Bar, la plaza, la gente que la frecuentaba, nuestros clientes… todo ha cambiado mucho. Antes por delante del porche pasaban los camiones, las villavesas ¡y los coches aparcaban hasta en triple fila!”

“Los años de las obras de la plaza fueron duros, porque esto estaba intransitable. Pero ahora se ha quedado mucho más tranquila para el peatón y a las terrazas las llaman “el cuarto de estar” de navarros y turistas”.